53. De Santy KP, Amabile CM

Utilización De Antidepresivos Y Prescripción Fuera De Ficha Técnica en Atención Primaria en España (2022-2022)

Los antidepresivos se han ensayado en la DF; la asociación entre las alteraciones psicosociales, psicológicas y psiquiátricas en los dispépticos funcionales como grupo ha propiciado el ensayo de psicoterapia psicodinámica o terapia cognitiva, y al mismo tiempo el tratamiento con antidepresivos en estos pacientes17. Hay autores que han señalado que en este síndrome es clara la sinergia entre la administración de ATD y la psicoterapia. Si tienes síntomas depresivos leves a moderados, Strunk recomienda considerar primero otros tratamientos como la psicoterapia o un programa de ejercicios. Evidenciaron que la desipramina fue superior a la atropina en ambos subgrupos de pacientes con SII; además de mejorar sus síntomas digestivos los pacientes tenían sensación de mayor bienestar general. Greenbaum et al27 estudiaron a un grupo de pacientes con SII, tanto del tipo predominio de diarrea como del estreñimiento, sin que ninguno de ellos tuviera un trastorno psiquiátrico previamente diagnosticado ni evidente, y los trataron bien con desipramina o atropina en comparación a placebo, para saber si los efectos analgésicos se debían a sus propiedades anticolinérgicas. Se han publicado numerosos estudios acerca de su eficacia, tanto con dosis bajas (50 mg/día) como altas (150 mg/día) de ATD tricíclicos, la mejor respuesta la producen las dosis nocturnas, sobre todo en los casos en que el SII cursa con predominio de diarrea.

El 81% de los enfermos con clínica de dolor predominante mejoraron, así como el 60% de los que manifestaron predominio de la diarrea y el 50% de los estreñidos. En algunos protocolos y guías clínicas21,22 se indica que en los pacientes con DF y clínica de dolor hemiabdominal superior predominante, en los que hayan fallado los IBP, podrían ser tratados con antidepresivos tricíclicos o heterocíclicos a dosis bajas, aunque los datos que sostienen este enfoque son incompletos o escasos. La amitriptilina a dosis bajas (50 mg/noche, durante 4 semanas) fue capaz de mejorar los síntomas dispépticos funcionales, al tiempo que reducía la hipersensibilidad visceral y mejoraba la calidad del sueño y, por tanto, el descanso nocturno19, pero el grupo estudiado incluía sólo a 7 pacientes, 5 (71%) de los cuales manifestaron hipersensibilidad a la distensión gástrica con balón. Una revisión sistemática más reciente20, que abarca todos los TFD, ha concluido que el tratamiento de la DF con antidepresivos es efectivo, aunque la mayoría de los estudios analizados adolece de ser de baja calidad metodológica; por ejemplo, en este metaanálisis sólo 3 trabajos de cierta calidad en relación con la DF se identificaron, en contraste con 7 referentes al SII, por lo que la afirmación que se hace de que el número necesario de pacientes a tratar con antidepresivos en los TFD es de 3,4 pacientes, debería referirse fundamentalmente al SII.

Recientemente Creed et al36 han demostrado que la paroxetina a dosis de 20 mg/día mejora la CVRS, sobre todo en lo referente a sus aspectos físicos, en pacientes con SII. Este tipo de fármacos se deben dejar de manera adecuada, es decir, reduciendo la dosis de manera gradual y siempre bajo supervisión médica. En este síndrome el ATD debería mantenerse durante 6-12 meses, ya que el dolor abdominal crónico causa siempre alguna disfunción en el funcionalismo diario y cierto grado de depresión; con los ATD tricíclicos siempre se comienza con dosis de 25 mg/día, y se va aumentando, y no es excepcional que se acabe proporcionando dosis plenas (150 mg/día). De forma similar, Cannon et al15 encontraron que en un ensayo con 60 pacientes consecutivos con dolor torácico y coronariografía normal, el 41% de los cuales tenían dismotilidad esofágica y el 63% uno o más trastornos psiquiátricos, imipramina a dosis de 50 mg/noche durante 3 semanas fue superior a clonidina y placebo en el tratamiento del dolor torácico funcional no cardiovascular, y conseguía una reducción promedio de los episodios de dolor torácico del 52%, sin que hubiera cambios en el perfil manométrico esofágico ni psiquiátrico de los pacientes. Un grupo de 21 pacientes con dolor torácico funcional, coronariografía normal y ausencia de antidepresivos.net/ respuesta a antisecretores potentes o cirugía antirreflujo (5 de los 21) se siguieron un promedio de 2,7 años (rango, 0,8-8,6 años).

6 meses consecutivos de dolor abdominal continuo o casi continuo, no fingido ni malinterpretado y no asociado a otros episodios fisiológicos; es decir, no se modifica por la ingesta ni las reglas y no se alivia con la defecación o ventoseo, en lo que se distingue claramente del SII4. De especial importancia son las alteraciones observadas en el sueño REM, puesto que incluso han llegado a considerarse como específicas de este trastorno, aunque posteriormente se han describito en otras afecciones psiquiátricas, como la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo y los trastornos de la alimentación2. También tienen efecto estabilizante inespecífico de las membranas celulares, y es a través de este mecanismo como se explica el efecto inotropo negativo o la producción de bloqueo auriculoventricular 8, 9, 10. Los efectos sobre el sistema nervioso central, estan relacionados tanto por sus acciones sobre los neurotransmisores así como su efecto directo sobre las membranas celulares. Hipérico o hierba de san juan: Es una planta medicinal que ayuda en el tratamiento de la depresión leve o moderada, siendo útil en el mantenimiento del equilibrio emocional siempre que sea usado por lo menos 4 semanas, un ejemplo de este remedio es el Hiperikan.

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